Tras 20 años sin pisar un aula, con dos hijos y un trabajo quise volver a las clases para que mi vida profesional diera un giro, así que después de mucho pensarlo decidí matricularme en el ciclo a distancia. Al principio todo fueron miedos (tendré tiempo, seré capaz, y si no puedo….), pero la experiencia está siendo maravillosa. Los profesores están siempre disponibles, dispuestos a ayudarnos y darnos ánimos. Entienden lo que implica estudiar a distancia. No me he arrepentido en ningún momento, y lo recomendaría a todo el mundo que se lo esté planteando.